viernes, 10 de octubre de 2008

.Sueños.


Como si me hubiesen abandonado, tirado solamente a ese lugar. Caí de la nada en un bosque oscuro llevo puesto un hermoso vestido blanco y zapatitos de chicle del mismo color. Camino por un infinito sendero hacia la nada. No sé donde conduce, pero debo llegar al final. Sé que hay algo que me espera. Las callejuelas del puerto nublan el paso a sus caminantes. A gran distancia escucho los enormes barcos zarpando hacia la inmensidad. Sigo por el sendero del bosque; como un frío compás suena todo a mi entorno. Camino y camino y todo se ilumina a mí andar. Algo brilla a lo lejos, parece una llave o ¿es el faro de los navegantes? Llego hasta ahí y la suspendo entre mis manos y la apreté contra mi pecho, la observo embelesada. Es la llave de mi corazón grande hermosa y con incrustaciones de piedras preciosas, modelo antiguo y dorada. Manteniendo mí rumbo y con gran naturalidad sigo por aquel sendero.
Mi mamá me pidió que comprara unos tomates en aquella feria, pero hay mucha gente; mejor esperaré a que se pase un poco en el café de la esquina. Rumbo a éste, se me atravesó un auto; más bien se trataba de un carruaje negro que abrió sus puertas en frente mío. Pero, tengo miedo, no subiré. Me adentro aún más en aquel bosque y me encuentro con un árbol hermoso, pero muy grande que tapa el sendero. Trepo por sus enormes raíces sin dificultad y llego hasta el otro lado sin problema. Nunca veo otra opción que enfrentar mis problemas.
Sigo por la senda.
Y llegué, ese era el final de mi recorrido. Entro en mi cabaña, dejo los tomates y subo a mi cuarto. Toda la casa está inmersa como en una película antigua, los efectos con las luces hacen que mis movimientos se pausen y se tornen interminables. Me arrojo en la cama y (boca arriba) cierro los ojos.
Estoy cansada y tengo sueño, pero no puedo dormir.. Tengo miedo. Los sueños me atrapan y me desesperan. Haré lo posible por no volver a ellos; ya ni siquiera puedo distinguir la realidad.
Una ráfaga de viento atravesó la habitación. Las luces de la calle dan un aire de sobrenatural a los objetos cercanos.
De repente se escuchan pasos en la escalera y posteriormente se abre mi puerta.
Es mi mamá, viene a buscarme para que la acompañe a la feria. Me levanto, tomo mi abrigo y salgo detrás de ella, echando la última vista a esos sueños que me embargan.


FIN




๑۩۞۩๑ LCBL ๑۩۞۩๑